Relaciones comerciales, infraestructura, innovación, energía: los debates del foro empresarial al margen de la cumbre UE-América Latina que se celebra en la capital española abarcaron los principales puntos de interés para el desarrollo económico de ambas regiones.
De las múltiples intervenciones, surgieron al menos tres conclusiones: América Latina representa una gran oportunidad de inversión vista la coyuntura mundial, Europa necesita dirigir su mirada hacia ese mercado para salir de la crisis y corresponde a la UE promover un reforzamiento de las relaciones interregionales.
"Europa entera va y debe intensificar sus relaciones con América Latina, que se ha ganado el derecho a ocupar un lugar en el mundo y está liderando junto con Asia la recuperación económica mundial", resumió el presidente de Telefónica, César Alierta.
"Las sinergias existentes entre América Latina y Europa son una palanca para el crecimiento", agregó Alierta, cuya empresa, implantada en muchos países latinoamericanos, tiene inversiones por unos 12.000 millones de euros en la región.
La cumbre se lleva a cabo en momentos en que Europa se encuentra sumida en una grave crisis provocada por la amenaza de bancarrota en Grecia y los riesgos de contagio a España y Portugal, que han obligado a adoptar duros planes de ajuste para reducir los déficits públicos y afectarían su reactivación.
Por ello, el vicepresidente de BusinessEurope, Gerardo Díaz Ferrán, pidió que la Comisión Europea "facilite la instalación de empresas europeas en América Latina", mediante la conclusión de acuerdos de libre comercio con los diferentes bloques regionales (Centroamérica, Comunidad Andina, Mercosur).
La firma de acuerdos con Perú y Colombia y probablemente con América Central, así como el relanzamiento de las negociaciones con el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) son las tres grandes metas en materia comercial de la cumbre de Madrid. Actualmente, ya existe ese tipo de acuerdos con Chile y México.
Estos acuerdos son, sin embargo, muy criticados por ONGs europeas y latinoamericanas, ya que a su entender son impuestos por la UE como una forma de "neocolonialismo" que acentuará los desequilibrios estructurales entre ambos lados del Atlántico.
Pero para los empresarios europeos, la cuestión parece clara: "En Europa tenemos que intentar divulgar y entender el perfil y la oportunidad que supone invertir en América Latina. Parece el secreto mejor guardado", afirmó el copresidente del Mercosur European Business Forum (MEBF), Iñaki Urdangarín.
Urdangarín también se manifestó a favor de que la UE tenga "una apuesta mayor por Latinoamérica", por ejemplo para "generar nuevos modelos productivos".
Ante esta situación, el comisario europeo de Comercio, el belga Karel de Guocht, defendió al ejecutivo de Bruselas afirmando que la UE "nunca ha sido tan activa promoviendo relaciones comerciales".
La UE es el segundo socio comercial de América Latina detrás de Estados Unidos y su mayor inversor, con un total de 312.00 millones de dólares de inversión directa, indicó Díaz Ferrán.
España ha invertido unos 150.000 millones de euros (unos 220.000 millones dólares) en América Latina -principalmente en banca, telecomunicaciones, energía e infraestructura- entre 1993 y 2009, según cifras oficiales.
Si la apuesta por los acuerdos de libre comercio es clara, entre los empresarios también hay conciencia de que esos tratados no son un fin sino un instrumento.
"Apenas hemos desarrollado una mínima parte del potencial" del acuerdo entre la UE y México, vigente desde 1999, dijo Gerardo Gutiérrez, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (COPARMEX).
"México ocupa el puesto 26 entre los socios comerciales de la Unión Europea cuando somos una de las 14 economías más importantes del mundo", recordó, a modo de ejemplo.
En cuanto a las cuentas pendientes de América Latina, están las de lograr un crecimiento y una inversión más altos que los actuales para poder así dejar atrás el subdesarrollo, como señaló el director general de la española FCC Construcción, Avelino Acero Díaz.