Europa, en la misma senda que Estado Unidos, se dotó hoy de un sistema que reforzará la supervisión financiera, con la creación de tres entes trasnacionales que vigilarán a bancos y mercados.
Reunidos en sesión plenaria en Estrasburgo (Francia), los eurodiputados adoptaron por mayoría este proyecto llamado a extraer lecciones de la última crisis financiera.
"Será un perro guardián capaz de ladrar y, si es necesario, morder", alertó el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, sobre esta reforma que persigue evitar la repetición de la historia de la última hecatombe financiera mundial, en la que muchos grandes bancos debieron ser rescatados con el dinero del contribuyente.
La nueva legislación entrará en vigor el 1 de enero de 2011 y espera a prevenir futuras "crisis severas, proteger a los consumidores y alentar un crecimiento (económico) sostenible", subrayó el comisario europeo de Servicios Financieros, Michel Barnier.
La creación de tres nuevas autoridades europeas encargadas de vigilar a los bancos, las aseguradoras y los mercados, respectivamente basadas en Londres, Fráncfort y París, es el plato fuerte de la reforma, similar a la adoptada recientemente por Estados Unidos.
Estos organismos controlarán el sector financiero en los países de la UE y podrán prohibir en determinados casos los productos financieros juzgados demasiado peligrosos. Hasta ahora, sólo los entes nacionales gozaban de estas prerrogativas.
La nueva legislación prevé además la creación de un Comité Europeo de Riesgo Sistémico que advertirá a las autoridades nacionales cuando detecte problemas importantes para la estabilidad financiera.
Gran Bretaña, en cuya capital, Londres, se concentra el 80% de la industria financiera europea, también luchó --y venció-- por imponer una cláusula que impida a las nuevas autoridades imponer decisiones que impliquen recurrir al bolsillo del contribuyente.