La casa Vinos Git Italia trajo a Venezuela la tradición vitivinícola de la región italiana de Abruzzo embotellada bajo el nombre de Citra, con sus presentaciones Montepulciano, Cerasuolo, Trebbiano y Sangiovese.
Montepulciano es uno de los más demandados de esta marca. Es un vino joven (2008) y no lleva barrica, pero con unas cualidades que ratifican su carácter: color rojo rubí, sabor persistente y aromas intensos a frutos de cerezo, bosque, lluvia y tierra mojada.
Por su parte, Cerasuolo, como lo deja intuir su nombre, es de color rosa cereza, posee olor a frutas y fresco sabor. Hace buen maridaje con sopa de mariscos.
Citra también tiene en el país su vino blanco, de nombre Trebbiano, que deja en la boca un sabor persistente y delicado, para disfrutar en temporadas calurosas, por su frescura, mientras que Sangiovese se va más hacia los tonos púrpura. Es serio, intenso, joven y no lleva barrica.
Estos vinos se encuentran entre los favoritos de Vanessa Barradas, sommelier venezolana, porque "son muy complejos pero se pueden comprar con facilidad".
Según explica Barradas, "se trata de un vino para llevar a la casa o a una reunión, y que no va a ser más de lo mismo", pues son productos que conservan la calidad de su carácter, a pesar de poder adquirirse en numerosos bodegones y supermercados, a precios competitivos.
"Todas estas complejidades no se encuentran en otro tipo de productos, porque éstos son únicos", enfatizó la sommelier, que eleva una bandera contra los prejuicios en toda cata, degustación o encuentro alrededor del vino con su reiterada frase: "En el mundo del vino no hay reglas, solo mitos y leyendas".