Compromisos no documentados ascienden a $25 mil millones
A diferencia de otros petroestados Venezuela no tiene un mecanismo de ahorro transparente que disminuya la percepción de riesgo.
Presionado por la creciente brecha entre gastos e ingresos el Gobierno contempla devaluar la moneda, una medida que incrementaría la cantidad de bolívares a recibir por los petrodólares, pero también, tendría efectos negativos sobre las cuentas públicas porque aumenta el peso de la deuda.
El alza de la magnitud de la deuda sobre la economía se traduce en que el mercado eleva su percepción de riesgo y el país tiene que pagar mayores tasas de interés para obtener nuevo financiamiento. Al mismo tiempo, el monto a cancelar en capital e intereses por la deuda que ya ha sido contraída absorbe una porción mayor del presupuesto y resta recursos a sectores como salud, educación e infraestructura.
El economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, José Guerra, quien ha realizado un estudio junto a su colega Luis Oliveros para evaluar la tendencia de la deuda explica que la devaluación diluye el monto de la deuda en bolívares porque el Gobierno necesitará menos petrodólares para cancelarla pero también achica el tamaño de la economía, es decir, del PIB mientras que la deuda en divisas se mantiene inalterable.
José Guerra precisa que si se utiliza un tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar, se incluyen todos los compromisos del país y se proyecta el crecimiento que tendrá la economía este año la deuda representa en este momento 57% del PIB.
Si se realiza el mismo ejercicio pero utilizando un tipo de cambio promedio de 5,2 bolívares por dólar para tomar en cuenta que una porción de la economía realiza operaciones a través del Sitme, la carga de la deuda se incrementa hasta 65% del PIB.
Si la devaluación eleva el tipo de cambio promedio hasta 7 bolívares por dólar, escenario conservador frente a las previsiones de entidades financieras extranjeras como Bank of America, la deuda total de la República pasaría a representar 70% del PIB, una magnitud que si bien no es inmanejable ya dejaría de ser del todo confortable y triplicaría el monto registrado en 2008.
No documentada
José Guerra explica que a la deuda externa que ya se ubica en 131 mil millones de dólares incluyendo préstamos otorgados por China, sigue una deuda interna que al tipo de cambio de 4,30 bolívares representa en este momento 57 mil 391 millones de dólares y lo que se ha denominado la deuda no documentada.
"Con este último concepto nos referimos a la deuda que no está en bonos pero que tendrá que cumplir el país. Allí se incluyen las cuentas que Pdvsa tiene pendientes con sus proveedores y las empresas mixtas, así como un estimado de lo que se tendrá que cancelar por las expropiaciones a empresas como Rusoro, Conoco y Exxon, entre otras" dice José Guerra.
El estimado es que la deuda no documentada asciende a 25 mil 453 millones de dólares, magnitud que prácticamente equivale al monto de las reservas internacionales del país.
Un elemento a considerar es que a diferencia de la mayoría de los petroestados Venezuela no cuenta con un fondo de ahorro que permita enfrentar un eventual descenso en los precios del petróleo.
Si bien el Gobierno asegura que en el Fonden hay recursos, se trata de un mecanismo opaco, sin mayor transparencia y en el Fondo de Estabilización solo están disponibles tres millones de dólares.
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