El maestro chocolatero, Silvio Bessone explica que “se puede hacer negocios en el exterior” si se tiene, como en su caso, pericia y buena capacidad gerencial. Bessone, dentro de su extensa actividad, además de promover un proyecto de carácter social (responsabilidad social), importa cacao desde Venezuela, donde imparte cursos y realiza consultorías para empresas e instituciones. El soporte y apoyo de la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana, Cavenit ha sido determinante para el éxito de sus iniciativas.
“Se puede hacer negocios en el exterior”. Silvio Bessone, maître chocolatier reconocido mudialmente, importa cacao de Venezuela, realiza además cursos de formación, culturización y consultoría para diversas empresas tanto en el país como en el exterior.
“Soy un maestro chocolatero y desarrollo mi actividad partiendo desde la semilla del cacao; Venezuela es un socio muy importante dado la alta calidad de ese producto”, explica Bessone, a la vez que subraya que nunca hubiese tenido esta oportunidad sin la iniciativa de la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana (Cavenit).
“Un día recibí una invitación vía e-mail para participar en la primera edición de Chocco Venezuela, un evento que promovía y daba visibilidad a un mercado que estaba en franco crecimiento en ese país; instantáneamente surgió una esplendida colaboración entre mi persona y el staff de Cavenit, un grupo colaborador y de un alto grado de competencia que demostró una cohesión y vitalidad extraordinarias”.
Bessone continúa recordando su aventura empresarial en el país sudamericano. “Desde aquellos días proliferaron excelentes oportunidades. Actualmente mantengo una importante colaboración con la firma KKO Real (empresa afiliada a Cavenit y también aliada estratégica en el proyecto financiado por la Unión Europea llamado: Fortalecimiento de iniciativas para el desarrollo Económico, Social y Ambiental de los Actores que participan en el proceso productivo desde el CACAO hasta el CHOCOLATE del Estado Miranda, realizado entre 2012 y 2014) con la que estoy desarrollando, en calidad de consultor, una nueva línea de producción de chocolate en tabletas para el gran público”.
Silvio Bessone también se refirió a la interesante colaboración con la familia Franceschi que podría aplicar el método del maestro chocolatero para la fermentación científica del cacao.
“La más reciente actividad a la cual me voy a referir es un proyecto de responsabilidad social, el cual estoy llevando a cabo en la localidad de Chuao para ayudar a los jóvenes de ese lugar a mejorar su formación escolar a través de una donación proveniente de la venta de cada tableta producida con el cacao de Chuao”.
Las dos empresas anteriormente mencionadas, se encuentran entre las más importantes dentro del sector cacao y chocolate de Venezuela.
El maître chocolatier subrayó que por sus frecuentes visitas a países hispanoparlantes no tuvo ninguna dificultad de comunicación, sin embargo indicó que los problemas se presentaron “al tratar con las empresas venezolanas, sobre todo por la inestabilidad de la moneda nacional, el bolívar, que imposibilita fijar precios sin correr riesgos por la constante devaluación”.
Según Bessone, “el cacao que se produce en Venezuela es de altísima calidad y prestigio, tener además distribuidores de confianza y directos representa la mejor de las ventajas”.
El experto chocolatero comenta que viaja a Venezuela una o dos veces al año, ya que su trabajo como asesor le permite poder atender a los clientes a través de las redes y a veces, ellos mismos vienen a Italia para continuar con su formación”.
Sobre su interesante labor, Silvio Bessone considera que es muy gratificante para un empresario, tener éxito en el exterior, pues éste no es atribuible a circunstancias externas, sino al esfuerzo propio.
“La vida de un empresario italiano no es fácil, debido a la crisis económica, pero por fortuna, el mundo tiene inmensos escenarios que permiten emprender negocios exitosos. Creo que los logros que han caracterizado mi actividad en Venezuela representan mis fortalezas y debilidades…Sin embargo es necesario tener perseverancia y determinación, además del entusiasmo que hace falta para emprender una actividad en la cual se cree. También hay que estar dispuesto a jugárselas: debe haber un altísimo nivel de competencia, porque las buenas oportunidades no bastan para garantizar el éxito”.
Por su parte, el Secretario General de la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana, Jean Pietro Cattabriga, explicó que luego del primer encuentro que tuvieron con el maestro chocolatero en Chocco Andino, evento que se realizó en Bogotá en 2010, la organización lo invitó en calidad de huésped especial a las ediciones del Cocco Venezuela de los años 2010, 2011, y 2014.
“Este evento fue organizado por nuestra Cámara y representa la manifestación más importante del país en el sector del cacao y el chocolate, en el cual se conjuga la excelencia de la materia prima y la experiencia de la tecnología italiana”.
Cattabriga indicó que de este binomio (el cual se ha demostrado a través de workshop y degustaciones) han surgido importantes contribuciones con granes empresas locales y, por las contantes visitas realizadas a las plantaciones de cacao en Chuao, Barlovento y Río Caribe, también contactos institucionales.
“La presencia de Silvio Bessone en Venezuela ha contribuido a acrecentar el interés por la chocolatería de alta calidad, al mismo tiempo que ha servido para el desarrollo del sector, ampliado por la experiencia salida del laboratorio de las Delizie di Bessone en la localidad de Vicoforte en Cuneo adquirida por estudiantes venezolanos”.
Nota de prensa Assocamerestero- Cavenit.