Con la perspectiva de alcanzar este año 62 millones de visitantes extranjeros, cinco por ciento más que los 58,8 de 2017, el sector turístico italiano mantendrá un ritmo de crecimiento sostenido.
Según datos suministrados por la Federación Italiana de Turismo y la Asociación de pequeñas y medianas empresas Consefercenti, los mayores incrementos provendrán de Estados Unidos con 5,5 por ciento, seguido por China con 4,5, Australia y América Latina con 3,5 y Japón 2,5.
En el contexto europeo el principal mercado seguirá siendo el alemán, el cual crecerá dos por ciento, después del tres por ciento logrado el año anterior, además de Francia y Reino Unido, con 2,5 de incremento cada uno.
Los ingresos reportados en 2016 ascendieron a 93,9 miles de millones de euros, de los cuales el 38,7 por ciento correspondió a visitantes extranjeros y el resto a nacionales, según la vigesimoprimera edición del Informe sobre Turismo Italiano, elaborado por el Instituto de Investigación sobre Innovación y Servicios para el Desarrollo.
De acuerdo con ese documento, presentado en la Bolsa Internacional de Turismo de Milán, la recaudación total, incluyendo la derivada de la actividad en el sector reportada por otras áreas, fue de 103,6 miles de millones de euros, más de tres veces el valor de la producción agroalimentaria y cuatro veces superior al de la industria textil y de artículos de vestir.
Según la Oficina de Estadística del Ministerio de Patrimonio, Actividades Culturales y Turismo (Mibact) en 2017 las regiones con mayor número de visitantes fueron Lacio, con más de 23 millones, Campania más de ocho millones 700 mil, seguido de Toscana con algo más de siete millones. Las mayores tasas de crecimiento correspondieron a Liguria, Apulia y Friuli Venecia Giulia.
De igual modo, en ese propio año, los cinco lugares culturales estatales más frecuentados en Italia por los turistas fueron el Coliseo, con más de siete millones; el sitio arqueológico Pompeya, 3,4 millones; la Galería Uffizi, palacio-museo de Florencia con 2,2; la Academia de Florencia 1,6 y el Castillo de San Ángelo 1,1 millones de visitantes. El turismo de playa, montaña y de visitas a centros de interés cultural, en particular a los museos, registra avances significativos, junto a opciones no tradicionales, dirigidas a fortalecer la política de diversificación enmarcada en las estrategias compartidas por las entidades estatales y privadas vinculadas a este sector.
Todo ello dirigido a seguir impulsando el turismo en Italia, en una campaña de promoción en la cual participan sus embajadas en diferentes partes del mundo.
EXCLUSIVIDAD Y EXCELENCIA
En 2019 el turismo italiano estará dedicado a proteger y rediseñar sitios, recuerdos y conocimiento ancestrales que hacen de la península un lugar único, y para ello apuesta a otras alternativas y complementos extendidos por toda la nación.
El titular del Mibact, Dario Franceschini, anunció para el venidero año el llamado turismo lento y sostenible, un proyecto para aquellos que visitan o viven en Italia con un interés de sumergirse en un patrimonio de arte, buena comida, paisajes y espiritualidad.
La estrategia se sustenta en la celebración este año de Turismo 2018 dedicado a la comida italiana, como lo fue 2017 destinado a los pueblos medievales y 2016 a los caminos.
Estos proyectos se entrelazan en el plan estratégico 2017-2022, elaborado por el Comité Permanente de Promoción Turística, con la coordinación del Departamento General de Turismo del Mibact, el cual consta de 13 objetivos específicos y 52 líneas de inversión.
Se busca con ello innovar, especializar e integrar la oferta nacional; aumentar la competitividad, desarrollar un marketing efectivo e innovador; en resumen promover un turismo sostenible, creador y accesible para relanzar el liderazgo de Italia en esta industria en el mercado internacional.
La clave fue explicada por el propio Franceschini durante la presentación oficial del plan ante más de 50 delegaciones extranjeras en la sede de la cancillería.
En esa ocasión precisó que el propósito es seguir creciendo 'de manera inteligente', porque al margen de las razones económicas, se trata de construir puentes y no muros, hacer frente a la globalización que trae consigo el miedo a la diversidad, a la inmigración, al extranjero y a los diferentes.
Algunas ofertas están concebidas para recorrer a pie, a caballo, en bicicleta o ferrociclos cientos de rutas colmadas de sitios patrimoniales de rico valor histórico, artístico y cultural, modalidad por la cual muestran un creciente interés turistas nacionales y extranjeros.
La demanda de viajes de naturaleza, según el Observatorio de la Bolsa de Turismo de Italia, aumentó nueve por ciento en el último año, mientras la Fundación Univerde sostiene que el 16 por ciento de los italianos solo practican el turismo sostenible.
Para sus patrocinadores se trata de una red interconectada de rutas y también de restaurantes, lugares de alojamiento, asistencia para caminantes y ciclistas, así como el rescate de espacios históricos, dedicados a la artesanía, a la enogastronomía y al conocimiento más abarcador de los territorios.
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