Santa Maria delle Grazie, Italia

Patrimonio de la Humanidad | La iglesia y el convento dominico de Santa Maria delle Grazie se encuentran en Milán, (Italia). El refectorio del convento está decorado con el célebre mural de Leonardo da Vinci «La última cena». En 1980, el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

 

En 1463 el Duque de Milán Francisco Sforza ordenó la construcción de un convento dominicano y una iglesia en el lugar donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a Santa María de las Gracias.



Bajo la dirección del arquitecto Guiniforte Solari, el convento fue terminado en 1469, y la iglesia en 1482. Posteriormente, Ludovico Sforza decidió modificar el claustro y el ábside de la iglesia; las obras terminaron en 1490. En 1497, Ludovico hizo enterrar a esposa Beatriz de Este en la iglesia, que se convirtió en lugar de sepultura de los Sforza.

El tiburio (cúpula de base poligonal con techo en forma de pirámide, usada en el Renacimiento en Lombardía) ha sido atribuido a Bramante, aunque no existen pruebas de ello, salvo el hecho de que Bramante era en la época ingeniero ducal y su nombre aparece una vez en las actas de la iglesia, en la recepción de una partida de mármol en 1494. Hoy en día, la obra se atribuye a Giovanni Antonio Amadeo. En todo caso, esta cúpula continuó en parte el estilo gótico de la primer parte del edificio, pero con influencias románicas. La ligeramente excesiva altura de la misma (en relación con el resto de la iglesia) ha recibido algunas críticas.

En el interior de la iglesia, en la parte más antigua, de estilo gótico, destacan, en una capilla de la derecha, los bellísimos frescos con la Historia de la Pasión, de Gaudenzio Ferrari. En la misma capilla estuvo La coronación de espinas de Tiziano, hoy en el Museo del Louvre.

Sobre la puerta que conduce a la sacristía hay un fresco de Bramantino.

La noche del 15 de agosto de 1943, los bombardeos anglo-estadounidenses afectaron a la iglesia y al convento. El refectorio quedó arrasado, aunque algunos muros se salvaron, entre ellos el de «La última cena».